22 de marzo de 2007

¿Eres tan mal profesor como tus alumnos dicen?

¿Para qué sirve una evaluación? En principio, para que el que la recibe pueda reforzar sus puntos fuertes y reforzar las debilidades. Pero eso precisa de dos requisitos: capacidad de autocrítica del evaluado y valoración de la opinión del evaluador. Dos puntos que no son moneda común entre los acartonados ámbitos universitarios.

Así que las evaluaciones de los profesores universitarios no han servido de casi nada hasta ahora. Si lo haces mal, nadie te va a pedir cuentas, ni a nivel moral ni a nivel monetario. Ahora que lo que tus alumnos piensan de ti se va hacer público, al menos nos queda el consuelo del escarnio público de los profesores vagos, indocumentados, incapaces de transmitir el más mínimo interés. La ley los obliga a salir del armario con los flashes enfocando. A ver si al menos se sonrojan cuando sus hijos les pregunten: papi, ¿eres tan mal profesor como tus alumnos dicen?


El País, p.56, 22-03-2007

Los resultados de las evaluaciones de los profesores, investigadores y alumnos de las universidades españolas serán públicos sin necesidad de que los interesados den su consentimiento. Éste es uno de los cambios que ha introducido la tramitación en el Senado de la reforma de la Ley Orgánica de Universidades (LOU). La Cámara Alta aprobó anoche el texto con el único voto en contra del Partido Popular.

Garantizar la transparencia, que esa información fundamental sobre los resultados de las universidades no se quede en los campus, es la razón esgrimida por los socialistas para impulsar la enmienda. Su intención es la de negociar con la Agencia de Protección de Datos la fórmula para conseguir que en algunos casos esas evaluaciones se publiquen con nombres y apellidos. Además, también serán públicos los currículos de los miembros de los tribunales de acreditación, la nueva prueba de méritos que los docentes universitarios deben pasar para poder formar parte del cuerpo de funcionarios.

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