Una buena noticia para empezar: poco a poco, los profesores de este país vamos entendiendo que el éxito de nuestro trabajo se basa en la satisfacción de los estudiantes. No con la nota, que parece lo único que justifica la docencia, sino con los métodos, las clases, los materiales, los contenidos. Una mala noticia, para contrastar: hemos dejado ese trabajo en manos de burócratas que tratan el mundo educativo igual que si fuera una fábrica de churros o una envasadora de peras. Eso lo soltó, como colofón a una conferencia en petit comitee, la coordinadora de evaluación de
Se supone que el mundo universitario es un mundo de conocimiento especializado, por eso sólo otros especialistas pueden meter mano al trabajo de un académico. Pues bien, una de las propuestas estrella de
En breve, más aventuras en el mundo de la evaluación educativa…
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