27 de junio de 2007

¿La nostalgia como solución educativa?

Enrique Mújica siempre me ha parecido un casposo, por muy defensor del pueblo que sea. Es uno de esos políticos tan socialistas de nombre y tan poco de ideología. Progresismo, el justito. Así que no me llama la atención que se alinee con Sakozy pidiendo que el profesor sea tratado de usted en el aula como solución mágica a los problemas de la escuela. Lo que sorprende es que haya tan pocas voces razonando lo banal de esa propuesta.

Mújica y Sarkozy tienen memoria selectiva: se olvidan de que esos tiempos en los que el profesor era tratado de usted no son los de ahora. Parecen querer dejar de lado el análisis de las causas, una ambición típica de los conservadores. Cuando el maestro era don fulano también se rezaba el Padrenuestro al entrar en el aula y los curas eran autoridades morales y cuasi legales. Las madres de aquellos niños trabajaban en casa y estaban presentes cuando sus hijos llegaban del colegio. Los chavales estaban más controlados, pero las madres no podían abrir sus propias cuentas corrientes. Sus padres rabajaban en empresas que casi garantizaban la jubilación una vez que se firmaba el primer contrato. No todas las casas tenían teléfono y la televisión tenía un único canal. Esa era la España en la que el profesor era don fulano.

Mújica es culpable de que algunas de aquellas cosas, las buenas o las malas, ya no sean así. El gabinete en el que él era ministro aprobó las empresas de trabajo temporal, por ejemplo. Y no se atrevió a denunciar los acuerdos con el Vaticano y así nos luce el pelo ahora. Puestos a volver atrás, podríamos eliminar también los teléfonos móviles, internet o los ordenadores, porque es de suponer que su aparición, en paralelo con la del tuteo, ha acabado con la autoridad de profesor en el aula.

Algo de eso hay. La generación que está ahora en la escuela sabe a veces más cosas que sus profesores. Moviliza un conocimiento bien diferente. El respeto no se tiene porque si, sino en virtud de lo que uno demuestra. He trabajado en educación desde hace 15 años, en distintos niveles, y es una de las primeras cosas que aprendí: vales lo que vale la información que das y el trato que profesas a la gente. A lo mejor, en vez de tanta tonteria nostálgica, habría que preguntarse qué vocación tienen las muchas personas que opositan a secundaria sólo por un sueldo fijo y una vacaciones largas, sin vocación ni formación.

Frente a la nostalgia, análisis. Eso es ser progresista, amiguete Mújica. Ponerse de vez en cuando la chaqueta de pana que cuelga en el armario con olor a naftalina queda muy bien en las fotos, pero son los hechos los que lo retratan a uno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El respeto a la autoridad es un concepto que se debe enseñar, aunque no se sabe como. No se trata de sumision, sino de respeto a los distintos miembros que conforman una organizacion en el desempeño de sus funciones. Un policia es una autoridad cuano ejerce de tal y merece un "plus" de respeto, lo mismo un medico, un profesor, un barrendero cuando limpia las calles, etc.

Otra cosa es que no se sepa bien como transmitir esa idea y se confunda con epocas pasadas (el cura, el profesor cañero, el boticario y otras fuerzas vivas del pueblo)

Nos vemos en agosto y ya discutiremos mas acerca de esto ;-)