De modo que los problemas de los MOOC parecen
venir dados no por la alta tasa de abandono sino por la dificultad de acreditar que
los conocimientos se han adquirido realmente. Estamos un paradigma en el que lo
que parece tener valor no es el conocimiento, sino el título que lo acredita
(creo que todos los profesores que estamos en constantes procesos de evaluación
por parte de ANECA sabemos algo de eso). De ahí de nuevo la preeminencia de los
xMOOC y del interés de la UE por crear un mercado común de MOOC.
No es casualidad que los grandes inversores en el mundo de los MOOC sean los
emporios basados en la información y el conocimiento, desde Pearson (véase la
reflexión de Jordi Adell
a Google, pasando por fondos variados de capital riesgo.
Desde hace muchos años, la educación superior se ha convertido en un inmenso
negocio que atiende menos a las necesidades de formación de los estudiantes que
a los intereses de financieras y empleadores
Si el
futuro de las universidades no pasa por meter a un montón de alumnos en el
mismo aula a la misma hora (véase el éxito de universidades virtuales como la
UOC) ni por repartir títulos que permiten ingresar en ciertas escalas
salariales (el obsoleto modelo laboral de la administración pública española),
es fácil ponerse nervioso ante las perspectivas de futuro de la universidad.
Pero estas viejas instituciones siguen acumulando buena parte del saber puntero
mundial. Aunque cada vez exista más conocimiento producido colectivamente, hay
materias suficientemente complejas como para necesitar de especialistas para
desentrañarlas (y por tanto para enseñarlas). Rendueles (2013) señala que las
mejores entradas de Wikipedia con producidas, precisamente, por especialistas
universitarios, en su mayoría sostenidos con fondos públicos. Quizás sea esta
la vía de escape del futuro de la universidad: formar parte de un inmenso
entramado de conocimiento que circula, aportar la información que sólo los
especialistas formados durante años y en constante aprendizaje gracias a
proyectos de investigación financiados de forma común pueden tener.
Las universidades nacieron como instituciones
locales, pero estamos en un mundo global. Además, hace un par de décadas,
cualquier personas tenía la certeza de que el conocimiento obtenido al cursar
una carrera sería válido durante un inmenso periodo de tiempo (Siemens, 2004).
Pero ahora asistimos cada poco tiempo a una revolución tecnológica de tal
calibre que exige una constante reinvención del trabajador y una constante
actualización del conocimiento. La
expectativa de vida se ha alargado notablemente en occidente, así como ha
aumentado el nivel cultural. Al menos en este momento, y tomando como referente
España, hay un buen número de personas con la renta asegurada, con tiempo libre
y capacidades culturales suficientes como para atreverse a hacer un curso sobre
psicología y economía impartido por el profesor de Duke Dan Ariely, como hizo
una conocida mía, ama de casa, licenciada en filosofía. Un perfil tal vez
peculiar, pero cada vez menos.
La universidad, en resumen, tiene en los MOOC
un aliado sólo si está dispuesta a cambiar su obsesión hacia los certificados y
una forma de enseñar focalizada en los conocimientos. Eso no significa que los
MOOC sean la solución definitiva a los problemas de la universidad.
Simplemente, permiten llegar de nuevas maneras a nuevos públicos. Al ser
masivos, acentúan la función social de la universidad. Quizás un buen modelo
hacia el futuro sea que los profesores universitarios dividamos nuestro tiempo
de trabajo entre los cursos reducidos, especializados, fuertemente tutorizados,
y los cursos más generales, ofrecidos desde la universidad al público en general.
Al fin y al cabo, los MOOC enlazan con otra preocupación constante del sistema
universitario español: la insuficiente transferencia de conocimiento desde la
universidad hacia la sociedad que, no lo olvidemos, la financia.
REFERENCIAS
CASTELLS,
Manuel: (1998) "Entender nuestro mundo". Revista de Occidente, 205, pp.113-145.
PRENSKY,
Mark. (2011) Enseñar a nativos digitales.
Madrid, SM
RENDUELES, César. (2013)Sociofobia. El cambio político en la era de la utopía digital.
Madrid, Capitán Swing
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