19 de noviembre de 2013

Entre la esperanza y el ciberfetichismo: una visión de los MOOC (y 02)




De modo que los problemas de los MOOC parecen venir dados no por la alta tasa de abandono  sino por la dificultad de acreditar que los conocimientos se han adquirido realmente. Estamos un paradigma en el que lo que parece tener valor no es el conocimiento, sino el título que lo acredita (creo que todos los profesores que estamos en constantes procesos de evaluación por parte de ANECA sabemos algo de eso). De ahí de nuevo la preeminencia de los xMOOC y  del interés de la UE por crear un mercado común de MOOC. No es casualidad que los grandes inversores en el mundo de los MOOC sean los emporios basados en la información y el conocimiento, desde Pearson (véase la reflexión de Jordi Adell a  Google, pasando por fondos variados de capital riesgo. Desde hace muchos años, la educación superior se ha convertido en un inmenso negocio que atiende menos a las necesidades de formación de los estudiantes que a los intereses de financieras y empleadores


Si el futuro de las universidades no pasa por meter a un montón de alumnos en el mismo aula a la misma hora (véase el éxito de universidades virtuales como la UOC) ni por repartir títulos que permiten ingresar en ciertas escalas salariales (el obsoleto modelo laboral de la administración pública española), es fácil ponerse nervioso ante las perspectivas de futuro de la universidad. Pero estas viejas instituciones siguen acumulando buena parte del saber puntero mundial. Aunque cada vez exista más conocimiento producido colectivamente, hay materias suficientemente complejas como para necesitar de especialistas para desentrañarlas (y por tanto para enseñarlas). Rendueles (2013) señala que las mejores entradas de Wikipedia con producidas, precisamente, por especialistas universitarios, en su mayoría sostenidos con fondos públicos. Quizás sea esta la vía de escape del futuro de la universidad: formar parte de un inmenso entramado de conocimiento que circula, aportar la información que sólo los especialistas formados durante años y en constante aprendizaje gracias a proyectos de investigación financiados de forma común pueden tener.  

Las universidades nacieron como instituciones locales, pero estamos en un mundo global. Además, hace un par de décadas, cualquier personas tenía la certeza de que el conocimiento obtenido al cursar una carrera sería válido durante un inmenso periodo de tiempo (Siemens, 2004). Pero ahora asistimos cada poco tiempo a una revolución tecnológica de tal calibre que exige una constante reinvención del trabajador y una constante actualización del conocimiento.  La expectativa de vida se ha alargado notablemente en occidente, así como ha aumentado el nivel cultural. Al menos en este momento, y tomando como referente España, hay un buen número de personas con la renta asegurada, con tiempo libre y capacidades culturales suficientes como para atreverse a hacer un curso sobre psicología y economía impartido por el profesor de Duke Dan Ariely, como hizo una conocida mía, ama de casa, licenciada en filosofía. Un perfil tal vez peculiar, pero cada vez menos.


La universidad, en resumen, tiene en los MOOC un aliado sólo si está dispuesta a cambiar su obsesión hacia los certificados y una forma de enseñar focalizada en los conocimientos. Eso no significa que los MOOC sean la solución definitiva a los problemas de la universidad. Simplemente, permiten llegar de nuevas maneras a nuevos públicos. Al ser masivos, acentúan la función social de la universidad. Quizás un buen modelo hacia el futuro sea que los profesores universitarios dividamos nuestro tiempo de trabajo entre los cursos reducidos, especializados, fuertemente tutorizados, y los cursos más generales, ofrecidos desde la universidad al público en general. Al fin y al cabo, los MOOC enlazan con otra preocupación constante del sistema universitario español: la insuficiente transferencia de conocimiento desde la universidad hacia la sociedad que, no lo olvidemos, la financia.



REFERENCIAS

CASTELLS, Manuel: (1998) "Entender nuestro mundo". Revista de Occidente, 205, pp.113-145. 

PRENSKY, Mark. (2011) Enseñar a nativos digitales. Madrid, SM 

RENDUELES, César. (2013)Sociofobia. El cambio político en la era de la utopía digital. Madrid, Capitán Swing

SIEMENS, George (2004) “Conectivismo: Una teoría de aprendizaje parala era digital

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