Estoy haciendo en el Instituto de Formación Continua de la Universitat de Barcelona un curso online sobre MOOC (Massive online open courses) Es decir, cursos que se ofrecen en internet para que se apunte quien quiera sin límite de alumnos. Estos cursos han saltado a la fama desde que hace unos años las grandes universidades americanas lanzasen los primeros. El curso me está encantando, los profesores son realmente competentes, estamos manejando una cantidad ingente de información excelentemente organizada y el método de aprendizaje te permite ir a tu aire pero sin dispersarte.
Aprovecho para compartir desde aquí ideas que ya he intercambiado con mis compañeros de curso. Empiezo por señalar algunas fortalezas y debilidades de estos cursos.
Creo que para un especialista en un tema muy concreto montar un MOOC
es una forma de salir del cierto enclaustramiento que produce la
universidad. Los profesores solemos pasar mucho tiempo impartiendo
asignaturas genéricas (Teoría de la Información, en mi caso) pero tienes
pocas oportunidades para trabajar con un grupo de alumnos en torno a
temas que suelen marcar tu investigación (la industria de la música)) Así, un MOOC te permite compartir tu conocimiento, trabajar
algo novedoso y ampliar el alcance de tu docencia.
Evidentemente, un MOOC no es como una clase de una universidad
presencial (por muy masificadas que estén). Para empezar, te sacas de
encima la ansiedad de dar notas y te centras en el conocimiento. Pero
tampoco un MOOC es como un curso online: como se apunta en varios textos, cada vez se apuesta menos por el conectivismo y se elige una
estrategia docente clásica, en la que los profesores preparan los
materiales y los sueltan a los alumnos. La interacción entre el grupo
pierde protagonismo y volvemos a los grandes auditorios escuchando al
profesor, aunque sea online.
¿Qué ganan los profesores y las universidades? Sin duda, prestigio y
ampliar el alcance de su docencia. ¿Y los alumnos? Como se ha apuntado
más arriba en este foro, ganan sobre todo los que ya están formados y
necesitan ampliar conocimientos específicos. El que se crea que hacer un
montón de MOOCs del MIT es como estar allí, se equivoca. La universidad
es más que las aulas, es desarrollar habilidades, confrontar valores,
establecer redes.... Y me temo que un MOOC no ofrece eso.
Así que, para concluir, creo que los MOOC tiene un valor y una
utilidad concretas: ayudas a ampliar el alcance del conocimiento y eso
es bueno para alumnos, profesores e instituciones. Pero no solucionan
mágicamente el acceso a la educación superior, no nivelan de repente las
brechas de conocimiento y no hacen más abiertos y participativos los
campos del saber.
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