El artículo de
Felix de Azúa publicado ayer en El País
(Un partido de profesores) pretendía fustigar a los líderes de Podemos, pero resulta salvajemente ofensivo
para todos los que nos ganamos la vida trabajando en las universidades
públicas.
No conozco
personalmente a los dirigentes de Podemos, pero trabajamos en la misma
universidad y pertenecemos a la misma generación, así que tenemos problemas comunes.
Me siento aludido cuando Azúa habla de una universidad en la que se coloca a
los amiguetes y en la que los profesores no somos responsables del trabajo que
realizamos. Se nota que Azúa no conoce la universidad real de hoy en día:
quienes enseñamos e investigamos en ellas hemos podido presentarnos a las
plazas que ocupamos tras pasar evaluaciones de agencias externas a la
universidad, que sin duda son mejorables, pero que desde luego son más
estrictas que cualquiera de las que pasó su generación. Somos evaluados por
nuestros alumnos anualmente, aunque algunos desearíamos que los resultados de esas
evaluaciones sean públicas y repercutan en nuestros salarios, al alza o a la baja
en función del resultado. Y muy poco hemos concurrido a concursos con un único
candidato: en mi plaza de ayudante doctor, un contrato de 5 años en tres
tramos, se presentaron 12 personas más.
Tampoco es cierto que pasemos toda la vida anclados al mismo lugar: en mi caso,
pasé 8 años trabajando en el Conservatorio Superior de Aragón hasta que surgió
una oportunidad en mi especialidad (Semiótica de la comunicación y Teoría de la
Información). Es cierto que volví al departamento en el que me formé, pero
también es cierto que es el único que imparte asignaturas relacionadas con mi
formación en la universidad más grande de España.
A cambio de
procesos de evaluación del trabajo docente e investigador constantes y de ocupar plazas conseguidas en
reñidos concursos públicos, recibimos sueldos que no superan los 1500 € y
contratos de corta duración que no nos permiten, por ejemplo, dirigir proyectos
de investigación porque, lógicamente, los financiadores quieren que los
investigadores que trabajan en un proyecto tengan la continuidad asegurada en
los años que el proyecto dure. Supongo que para el señor Azúa serán unas
estupendas condiciones laborales y un sueldazo, ya que los 1825 € del contrato
de Errejón (según la noticia enlazada desde su columna) le parecen una beca King
size (supongo que las cantidades que se perciben tras jubilarse como
catedrático son más modestas).
Es cierto que la
universidad española requiere de un repaso de arriba abajo. Pero no es menos
cierto que buena parte de los problemas que heredamos los que comenzamos a asentarnos
en la universidad son herencias que le debemos a la generación del señor Azúa.
Es de suponer que en sus 30 años de profesor universitario (catedrático desde
1993) Azúa jamás participó en una componenda, nunca estuvo en un tribunal de
tesis doctoral que aprobó trabajos defectuosos, nunca participó en tribunales
de titularidades y cátedras, y nunca dictó una clase que se apartase del
programa que seguro definía claramente los contenidos, objetivos y materiales usados
en cada clase. Su artículo refleja diversas cosas: una posiblemente interesada
ignorancia sobre las condiciones de trabajo de buena parte de los profesores
universitarios jóvenes, un desprecio hacia nuestras condiciones laborales y una
confortable inserción en un mundo de certezas que se resquebrajan. Como diría
su abominable enemigo Pablo Iglesias, muestra que está metido en la casta hasta
las trancas. Y que es obediente con la mano que le da de comer ahora que en El País se ha tocado la corneta para
embestir contra Podemos.
2 comentarios:
No se puede describir mejor ni contestarle de manera más suave al señor Azúa, claro exponente de la casposa "casta" a la que se refiere el señor Pablo Iglesias, a quien tanto odia. A lo peor porque le hace pupita verse reconocido.
Hola Héctor, estoy de acuerdo con lo que escribes. Me gustaría compartir el siguiente enlace que demuestra quienes en realidad hacen mal uso de la universidad:
http://www.elconfidencial.com/espana/2014-12-02/gallardon-cifuentes-granados-el-pp-llena-de-parientes-la-rey-juan-carlos_514583/
un saludo
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