2 de diciembre de 2014

Carta de un viejo catedrático gruñón



El artículo de Felix de Azúa publicado ayer en El País (Un partido de profesores) pretendía fustigar a los líderes de Podemos, pero resulta salvajemente ofensivo para todos los que nos ganamos la vida trabajando en las universidades públicas.




No conozco personalmente a los dirigentes de Podemos, pero trabajamos en la misma universidad y pertenecemos a la misma generación, así que tenemos problemas comunes. Me siento aludido cuando Azúa habla de una universidad en la que se coloca a los amiguetes y en la que los profesores no somos responsables del trabajo que realizamos. Se nota que Azúa no conoce la universidad real de hoy en día: quienes enseñamos e investigamos en ellas hemos podido presentarnos a las plazas que ocupamos tras pasar evaluaciones de agencias externas a la universidad, que sin duda son  mejorables, pero que desde luego son más estrictas que cualquiera de las que pasó su generación. Somos evaluados por nuestros alumnos anualmente, aunque algunos desearíamos que los resultados de esas evaluaciones sean públicas y repercutan en nuestros salarios, al alza o a la baja en función del resultado. Y muy poco hemos concurrido a concursos con un único candidato: en mi plaza de ayudante doctor, un contrato de 5 años en tres tramos,  se presentaron 12 personas más. Tampoco es cierto que pasemos toda la vida anclados al mismo lugar: en mi caso, pasé 8 años trabajando en el Conservatorio Superior de Aragón hasta que surgió una oportunidad en mi especialidad (Semiótica de la comunicación y Teoría de la Información). Es cierto que volví al departamento en el que me formé, pero también es cierto que es el único que imparte asignaturas relacionadas con mi formación en la universidad más grande de España.



A cambio de procesos de evaluación del trabajo docente e investigador constantes y de ocupar plazas conseguidas en reñidos concursos públicos, recibimos sueldos que no superan los 1500 € y contratos de corta duración que no nos permiten, por ejemplo, dirigir proyectos de investigación porque, lógicamente, los financiadores quieren que los investigadores que trabajan en un proyecto tengan la continuidad asegurada en los años que el proyecto dure. Supongo que para el señor Azúa serán unas estupendas condiciones laborales y un sueldazo, ya que los 1825 € del contrato de Errejón (según la noticia enlazada desde su columna) le parecen una beca King size (supongo que las cantidades que se perciben tras jubilarse como catedrático son más modestas).



Es cierto que la universidad española requiere de un repaso de arriba abajo. Pero no es menos cierto que buena parte de los problemas que heredamos los que comenzamos a asentarnos en la universidad son herencias que le debemos a la generación del señor Azúa. Es de suponer que en sus 30 años de profesor universitario (catedrático desde 1993) Azúa jamás participó en una componenda, nunca estuvo en un tribunal de tesis doctoral que aprobó trabajos defectuosos, nunca participó en tribunales de titularidades y cátedras, y nunca dictó una clase que se apartase del programa que seguro definía claramente los contenidos, objetivos y materiales usados en cada clase. Su artículo refleja diversas cosas: una posiblemente interesada ignorancia sobre las condiciones de trabajo de buena parte de los profesores universitarios jóvenes, un desprecio hacia nuestras condiciones laborales y una confortable inserción en un mundo de certezas que se resquebrajan. Como diría su abominable enemigo Pablo Iglesias, muestra que está metido en la casta hasta las trancas. Y que es obediente con la mano que le da de comer ahora que en El País se ha tocado la corneta para embestir contra Podemos.

2 comentarios:

Profesor universitario por meritocracia. dijo...

No se puede describir mejor ni contestarle de manera más suave al señor Azúa, claro exponente de la casposa "casta" a la que se refiere el señor Pablo Iglesias, a quien tanto odia. A lo peor porque le hace pupita verse reconocido.

Antón R. Castromil dijo...

Hola Héctor, estoy de acuerdo con lo que escribes. Me gustaría compartir el siguiente enlace que demuestra quienes en realidad hacen mal uso de la universidad:

http://www.elconfidencial.com/espana/2014-12-02/gallardon-cifuentes-granados-el-pp-llena-de-parientes-la-rey-juan-carlos_514583/

un saludo