30 de abril de 2012

Diario de Colorado: Ropa tendida

Cuando uno camina por los pueblos de España, o por las urbanizaciones de chalets de la periferias, una de las señales de que hay vida inteligente alrededor es que en algún lugar del patio, el jardín o la terraza haya ropa tendida. De hecho, esa es la expresión que se usa en el argot para dar a entender que hay personas presentes que no deben enterarse del contenido de una conversación. Una de mis estampas favoritas de los veranos en Pradosegar (Ávila) es la de las sábanas blancas meciéndose al viento entre los árboles y frente a las montañas.

Caminando estos días por Fort Collins, ciudad de casas bajas, calles anchas, jardines y patios, notaba que algo se me hacía extraño: ha tenido que pasar un tiempo hasta que me he dado cuenta de que no hay ropa tendida en ningún lado. Cuando he preguntado a mis conocidos, han puesto cara de póquer. ¿Para que hay que tender la ropa? Mis amigos españoles se han sorprendido menos; me han explicado que aquí colgar la ropa se considera algo propio de las clases bajas. ¿Por qué hacer el esfuerzo de agarrar el balde y las pinzas si puedes usar la secadora? Si no la tienes, toca echar mano a las cuerdas.


En una ciudad de 300 días de sol y escasa humedad ambiental, uno se pregunta que sentido tiene secar la ropa en un aparato. En contraste, cuando la secadora se instaló en mi casa de Lugo, en una familia numerosa en medio de inviernos largos y lluviosos, nos facilitó la vida enormemente, teniendo en cuenta que unas sábanas podían tardar 3 días en secar. Pero la secadora gasta energía y desgasta la ropa. ¿Eso es un problema? No en el American way of life, en el que la electricidad es tan barata como el agua en Madrid. ¿Que la ropa se echa a perder? Mejor, así hay que comprar más con mayor frecuencia. El consumo desmedido y la falta de mesura con los recursos naturales son parte de la forma de vida aquí, incluso en las familias liberales más o menos concienciadas. Sin duda, el ejemplo más extremo son los coches, pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

3 comentarios:

Fer dijo...

Ya lo dijo Robe Iniesta: "la bandera de mi casa es la ropa tendida"

Mariate dijo...

Que conste que en la calle Gargantas, Prosperidad, somos la única familia que airea sus prendas, las íntimas y las que no lo son tanto...Un abrazo bien gordo y no te pases con las pizzas y la birra, que luego no rindes en la bicicrítica.

gimletmum dijo...

También pasear o ir andando a los sitios está considerado de clase baja...